Los libreros son una pieza de mobiliario fundamental en cualquier sala y estudio. Incluso si ahora haces la mayor parte de tus lecturas mediante una tablet o un e-reader, lo más probable es que aún conserves con mucho cariño los libros que marcaron tu vida.
Y vale, que quizás tu colección de libros sea austera, pero eso no significa que un librero deba lucir como un páramo desolado. ¡Todo lo contrario! Este mueble no sólo funge como un altar para tus ediciones de pasta dura, sino también como exhibidor y sobre todo, como parte de la decoración de un espacio.
Creemos firmemente que los libreros son imprescindibles en lugares de estudio y de trabajo, especialmente si se trata de disciplinas creativas, y en los siguientes párrafos te diremos por qué.
¿Cómo el mobiliario se relaciona con la creatividad?
Con frecuencia olvidamos que un mueble cumple no sólo propósitos fisionómicos, sino también simbólicos y con ello pueden influir en nuestros procesos cognitivos y finalmente en nuestras conductas. En el caso de un librero, no se trata de una simple repisa en la cual colocar libros. Sino que tiene toda una carga de significados que, en última instancia, puede promover el aprendizaje, la concentración y la lectura.
La disponibilidad inmediata de cualquier cosa fomenta su uso o su consumo. Dicho en términos más simples: si tienes algo a la mano, es más probable que lo aproveches. Por ejemplo, si hay un frutero en medio de la mesa lleno de apetecibles manzanas y plátanos, es más probable que comas fruta a lo largo del día que si dicha comida estuviera guardada en el refrigerador.
Lo mismo ocurre con los libros: si están guardados en cajas o en baúles, en cuanto tengas un momento de ocio, lo más sencillo será tomar el celular y hacer scroll indefinidamente en instagram. En cambio, si tienes a la mano una colección de tomos variados en un mueble que además es estimulante a la vista, te será más llamativo leer un poco, y a la larga, tus hábitos de lectura mejorarán notoriamente.
Si bien a través de internet puedes ver el mundo, mediante los libros puedes conocer el universo. Como la lectura es un ejercicio en el que debes esforzarte activamente por darle significado a las palabras escritas, el único límite es tu capacidad de abstracción.
Puedes sumergirte por horas en las historias más cautivadoras y enriquecer tu bagaje de experiencias y emociones, y al final, tendrás la mente llena de ideas nuevas, listas para ser aplicadas en tus proyectos y trabajos.
La lectura no es sólo una actividad de ocio, sino que es un ejercicio de libertad, algo que todos necesitamos, especialmente en estos tiempos de cuarentena.
Como dijimos, un librero no tiene por qué ser la típica y aburrida repisa ortogonal y monocromática de toda la vida. Existen diseños sumamente estimulantes que pueden contribuir a una atmósfera imaginativa e inventiva. Nuestra selección definitiva es esta:
Algo muy característico de la mayoría de los libreros es el sonido que hacen los libros al chocar mientras los acomodas en su sitio. Esto se debe a que la aplastante mayoría de estos muebles están hechos de madera.
Por ello, nuestra lista es encabezada por esta pieza de la colección Paper Patchwork: una serie de muebles hechos en cartón, chapa de madera y poliuretano. Esta combinación inusual de materiales, aunada a los vivos colores empleados, hace que este librero provoque muchas sensaciones inesperadas que sin duda pondrán a más de uno a pensar “fuera de la caja”.
Las obras de Marten Baas no son del gusto de todos, pero no hay manera de que alguien quede indiferente ante ellas. Su aproximación caótica e inusual al (des)equilibrio forma-función da como resultado piezas visualmente impactantes, que bien podrían protagonizar un cuadro de Escher.
Tal es el caso de su serie de libreros, resultado de ordenarle a una silla que deje de serlo y mejor se convierta en un librero. Definitivamente es una inspiración para los creativos que gustan de lo surreal.
Una de las bases del proceso creativo es la psicología de la Gestalt: la corriente de la psicología que estudió los maravillosos fenómenos de la percepción humana, como la relación fondo-figura, el principio del cierre y otros conceptos que dejan claro que el todo es más que la suma de sus partes.
Y este es el caso del Bookcase 4401 BJ de POLART. Es una pieza de inesperada sobriedad que evoca todo lo contrario: el lujo y las formas complicadas de los muebles Luis XV. Tal yuxtaposición de elementos seguro será el detonante de muchas ideas ingeniosas. Una de sus principales ventajas frente a otros libros de diseños es que está hecho con materiales asequibles y resistentes, y los colores del fondo y el marco son totalmente personalizables.
Este librero es toda una metáfora: su diseño, que emula un árbol simplificado, está hecho de tal manera que los libros se posen sobre sus ramas cual pajarillos, libres, juguetones, cada uno en un sitio distinto. Aunque también puede ser interpretado como que las hojas de los tomos conforman el follaje.
Hay quienes ven en este librero una ironía ¿No es suficiente que el papel venga de los árboles, sino que además deban estar sostenidos por uno?
Cada quién puede hacer su interpretación sobre esta pieza, y en ello reside su valor como propuesta, pues detonar el pensamiento simbólico es clave para cualquier proceso creativo.
Este inusual librero lleva las ilusiones ópticas de Escher a tu estudio. Construido en acero con entrepaños (si se les puede llamar así) de vidrio, el Bias of thought hará las delicias de quienes buscan ver todos los ángulos posibles de las cosas.
Complejo a la par que práctico, su construcción es una invitación a probar nuevos enfoques y a salir de lo ordinario.
¿Y a tí, qué librero te gustaría poner en tu estudio?