Las tendencias en interiorismo y arquitectura no aparecen por casualidad, sino que responden a hechos históricos y socioculturales muy concretos que van moldeando las necesidades, gustos e intereses de los usuarios. Hoy realizaremos un breve recorrido a través de las tendencias occidentales de diseño de las últimas diez décadas y te explicaremos qué fue lo que determinó el estilo único de cada una.
Como interiorista, tu trabajo es recuperar todo aquello que pueda enriquecer el estilo de vida de tu cliente, sin importar la época. Por ello esta información te será de gran utilidad para crear mejores propuestas atemporales ¿listo?
La segunda década del siglo pasado estuvo fuertemente influenciada por la abundancia económica que siguió a la primera guerra mundial y por la escuela de diseño Bauhaus, caracterizada por una geometría ostentosa que combina forma y funcionalidad en los diseños. Al ser una época de bonanza y celebración, los espacios comunes estaban pensados para la convivencia, el glamour y el exotismo del art decó.
Luego de una década prometedora, las grandes potencias tuvieron que enfrentar el duro golpe de la gran depresión, una de las peores crisis económicas que ha visto la humanidad. Por ello, durante esta década el diseño migró a una tendencia utilitaria, sobria y práctica. Se priorizaron los materiales resistentes y duraderos ―como el concreto, el vidrio y el acero― por encima de los artículos caros de decoración, y el estilo industrial comenzó a tener un buen recibimiento, quizá porque evocaba la esperanza de un resurgimiento económico a partir de las fábricas y la tecnología.
Luego de los duros treintas, la segunda guerra mundial causaba sentimientos encontrados: por un lado representó la salvación económica de Estados Unidos y el impulso definitivo a lo que sería el sueño americano, y por otro lado la tensión en la situación mundial orillaba a las personas a buscar ambientes acogedores y hogareños que hasta podrían catalogarse de un poco cursis. Los diseños floreados, los tapices, las cortinas con olanes, las alfombras y la decoración textil en general vieron su auge en esta década.
Dos fenómenos marcaron como ningún otro las tendencias de diseño de los cincuentas: el capitalismo y la democratización de los electrodomésticos. Las tareas del hogar ahora se relacionaban directamente con tecnología de punta y las cocinas se convirtieron en verdaderas fábricas modernas de felicidad que caracterizaban el sueño americano de los suburbios, estilo que rápidamente fue adoptado alrededor del mundo. Los electrodomésticos como elementos decorativos, los colores impactantes y el aire de optimismo y prosperidad se conjugaron con superficies brillantes y formas redondeadas que evocaban escenas futuristas.
El fenómeno por excelencia que marcó el rumbo del diseño en los sesentas fue el movimiento hippie, por lo cual la psicodelia, los diseños geométricos y exóticos y los colores cálidos como el mostaza, el mandarina y el rojo se imponían. Al mismo tiempo, la carrera espacial llevaba a las personas a soñar despiertas con viajes a la luna y el televisor de la sala desplazó a la cocina como centro de encuentro familiar. La radicalidad y la influencia de la cultura pop en el diseño se expresó mediante muebles planos, materiales prácticos y ambientes divertidos.
La época dorada del estilo boho y el macramé. Suele decirse que los setentas son la “resaca” de los sesentas, y que por eso los tonos brillantes se apagaron dando lugar a tonos más terracota y marrones. Los setentas viran a un diseño más individualista y la expresión de la personalidad se vuelve más importante que la creación de ambientes familiares. La integración de la tecnología del entretenimiento comienza a ganar mucha relevancia.
Durante los ochentas, la cultura pop de la música, el cine, la televisión y los videojuegos determina el diseño de interiores con sus luces de neón, sus estampados audaces, su animal print imposible y los diseños por computadora que ahora podían replicarse con facilidad en textiles y tapices de toda clase. Se recurre mucho a los colores primarios, las líneas rectas, los acentos metálicos, los degradados de reminiscencia hippie y patrones repetitivos.
Los adolescentes de los ochentas se convirtieron en adultos que en la década de los noventas priorizaron la estabilidad y la elegancia, mediante una estética minimalista, una paleta de colores más apagados y tranquilos y un diseño más elegante y menos escandaloso. El estilo grunge y el diseño escandinavo aparecieron en escena como señales de sofisticación y de estar a la moda.
El cambio de siglo y la digitalización que lo acompañó trajo consigo una apuesta por materiales que representaran un nuevo futurismo, como el acero inoxidable, así como líneas suaves, curvas y minimalistas. Atestiguamos un furor por las cosas planas, entre ellas las pantallas, y un renovado interés por toda clase de artículos vintage. Cabe señalar que los espacios y las viviendas comienzan a reducirse considerablemente, y las personas experimentan más dificultades para comprar una casa propia, lo cual limita las posibilidades de decorarla y adaptarla a su gusto desde los acabados, así que los accesorios y el mobiliario cobran mayor relevancia.
Hay una palabra que define la segunda década de los dosmiles y es esta: millennials. El fenómeno más relevante que acompaña a esta generación sin duda son las redes sociales. Las tendencias de interiorismo comienzan a cambiar más rápido que nunca y se convierten en un ingrediente de popularidad social. Puede verse a lo largo de toda la época cierto ultramodernismo de colores neutros que coexiste con las reminiscencias del diseño industrial y con un interés generalizado por los acabados en rose gold y el llamado “french girl style” y “millennial chic”.
¿Qué nos depara la nueva década? Bueno, según los expertos, el diseño inteligente, la apuesta por la sustentabilidad y los materiales crudos, así como ambientes diseñados para promover calma y optimismo serán protagonistas a partir de este 2021. Las personas están atravesando una época de gran incertidumbre y por ello. espacios que sean versátiles y adaptables para los diferentes estilos de vida que coexisten en las ciudades serán imprescindibles.
Si quieres saber más sobre las tendencias de esta nueva década, no olvides revisar nuestro artículo de la semana pasada.