Cuando le preguntas a cualquier persona cómo sería su casa ideal, lo más probable es que comience a recitar una larga lista de espacios que son más propios de una mansión que de un hogar.
Y es que en el imaginario colectivo, una casa grande es sinónimo de éxito y de bienestar, y con mucha frecuencia las personas gastan sus ahorros en remodelaciones que van desde tirar un muro hasta hacer enormes ampliaciones, y en casos extremos, fusionar dos o más construcciones.
Aunque tener una casa enorme pueda parecer atractivo, existen muchísimas razones por las cuales lo más grande no siempre es lo mejor, y aquí te diremos las más importantes.
¿De dónde viene la fascinación por los espacios sobredimensionados?
Lo más importante es entender por qué las personas piensan que tener una “casota” es una aspiración perfectamente razonable, y al respecto, hemos encontrado tres principales:
Añoranza por las haciendas Mexicanas
Todos hemos visto películas del cine de oro Mexicano, y en la mente de todos, la “Casa Mexicana” corresponde a una hacienda o una casona propia de ciudades y tiempos coloniales.
Sin embargo, por muy hermosas que sean, estas construcciones no se corresponden con la realidad y las necesidades de nuestro lugar y nuestro tiempo. Además, son construcciones que solían dar cabida a familias mucho, pero mucho más numerosas.
Aspiraciones socioeconómicas
Culturalmente, el “territorio” del que una persona puede disponer está irremediablemente vinculado a su posición en la escala socioeconómica. Sin embargo, un hogar no debería ser un trofeo, y menos aún las personas deberían gastar dinero sólo para demostrar que lo tienen.
De hecho, el poder adquisitivo y el buen gusto no necesariamente van de la mano, y no es raro encontrar más refinamiento y mejor diseño en casas medianas que en enormes mansiones.
Como dato curioso, la mayoría de los grandes referentes arquitectónicos de casas rara vez exceden los 200 m de extensión.
Mala cultura visual
Por último, la mayor fuente de cultura visual de los clientes ya no son las revistas, sino internet, y cada vez es más común que todas las ideas de diseño para un proyecto vengan de un tablero de pinterest.
Estas imágenes siempre muestran espacios sumamente amplios, o al menos eso parece. En realidad, la mayoría de las fotografías están tomadas de maneras ingeniosas para hacer que los espacios luzcan mucho más grandes de lo que realmente son.
La importancia de que todo tenga las medidas adecuadas
Si bien contar con algunos metros cuadrados de más tiene sus ventajas, tener una casa sobredimensionada trae consigo varios problemas:
- Mayor costo de limpieza y mantenimiento
- Mayor complejidad estructural
- Mayor gasto eléctrico en iluminación y aire acondicionado.
- Más impuestos
- Mayor gasto en acabados y decoración
De vuelta a lo básico: la importancia de la antropometría y el estudio de áreas
Cuando le planteas todas estas cuestiones a un cliente, en ocasiones recibes miradas escépticas, después de todo “¿Quién va a decirme cuánto necesito para vivir?”
Durante la primera mitad del siglo pasado, los arquitectos y diseñadores que dieron forma al modernismo se dedicaron a hacer profusos estudios de antropometría y ergonomía, y escribieron libros enteros al respecto.
En ellos, investigaron de manera práctica cuánto espacio realmente necesita una persona para gozar de una vida cómoda en una casa occidental con muebles occidentales.
Y dado que en cincuenta años la fisonomía de las personas no ha cambiado de manera sustancial, estas medidas siguen bastante vigentes.
Naturalmente, tampoco se trata de seguir a rajatabla estas dimensiones, y menos todavía de seguir haciendo máquinas de habitar ni casas con medidas de existenzminimum.
Lo realmente importante es proyectar usando como escala a las personas, no a su ego. Puedes (y debes) ser generoso en los espacios, pero sin olvidar ni un momento que tu prioridad es diseñar para deleitar los sentidos.
Cómo convencer a tu cliente de que no necesita una sala de 50 m2, y que siga estando feliz con el resultado
La mejor forma de combatir la desinformación y la mala cultura visual es a través de la información y sobre todo, de los ejemplos físicos. Cuando tengas una cita con tu cliente, tu mejor amiga es la cinta métrica. Con ella puedes mostrar en cuestión de instantes cómo lucen en el mundo real las medidas que imaginan.
Pero lo más importante es entender que en realidad, muchas de las ventajas que las personas asocian con espacios amplios -como iluminación, ventilación y espacio para sus muebles- pueden ser logradas sin ningún problema con un diseño interior de calidad y una buena organización.
Técnicas fundamentales para agrandar un espacio virtualmente
Existen algunos truquitos básicos para cambiar la percepción que el usuario tiene de un espacio, mediante el manejo de la luz, los colores y los elementos de decoración. Cualquiera de estos es muchísimo más económico que derribar una pared.
Espejos: Por ejemplo, basta colocar un espejo de grandes dimensiones en un muro para, inmediatamente, cambiar la percepción de amplitud de un local. Además, contar con una superficie especular hace maravillas por la iluminación del espacio.
Colores: Otra técnica sumamente útil es seleccionar una gama cromática en extremo clara o en extremo oscura -naturalmente, con sus respectivos colores de acento-.
Como el contraste en estas gamas cromáticas con los colores de acento tiende a ser intenso, esto crea una ilusión de profundidad y con ello, de un espacio más amplio.
Espacios de guardado: En la cultura mexicana, los espacios de guardado con frecuencia se usan como remates visuales e incluso como decoración. Sin embargo, tal vez sea momento de dejar atrás el apego por la vitrina para exhibir figurillas de porcelana y adoptar soluciones de guardado más funcionales y discretas.
Tener un sistema de organización de este tipo hace que cualquier espacio luzca más sobrio y organizado.
Mobiliario adecuado: Uno de los trucos más interesantes, por lo contraintuitivo que resulta, tiene que ver con el mobiliario y la decoración: cuando se trata de espacios pequeños y medianos, usar pocos objetos decorativos ligeramente más grandes de lo normal, es mucho mejor que usar muchos objetos pequeños.
Cuando tienes un mueble llamativo y bello como protagonista de un espacio, puedes escatimar en el resto de los elementos decorativos, pues con su sola presencia, un sofá o incluso una silla de estilo neobarroco, puede llenar de texturas y colores un espacio entero.
Echar mano de estos tips es el primer paso hacia elaborar un proyecto de interiorismo económico y de excelente calidad. Pero lo siguiente es saber cómo integrar y presentar un proyecto de interiorismo de calidad profesional al que ningún cliente podrá decir que no.
Pensando en ello, preparamos esta guía en la que aprenderás todo lo que necesitas saber al respecto, estamos seguros de que te será útil.
Consulta: Cómo presentar un proyecto de interiorismo de alto nivel