No solo acabamos de dar un salto entre dos años complicados y llenos de retos. También estamos entrando a una nueva década y es momento de recapitular qué nos dejó la segunda década de los dosmiles y qué nos espera durante la tercera en términos de interiorismo y decoración.
Pero, antes de eso, hagámonos una pregunta que normalmente pasamos por alto ¿qué es exactamente una tendencia de diseño? bueno, pues es un cambio en nuestra forma de decorar y distribuir los espacios, el mobiliario o incluso la ropa que responde a eventos sociales determinados, como un cambio de mentalidad, una revolución industrial o tecnológica, un cambio abrupto en la economía, el surgimiento de nueva potencia mundial, un movimiento artístico, etc.
¿Cuáles fueron los sucesos que determinaron las tendencias de la década anterior? Sin lugar a dudas, la explosión de las redes sociales, la adopción de nuevas formas de comunicarnos y de vivir, la necesidad de un mayor equilibrio entre la vida personal y el trabajo, así como una economía que se caracteriza por ser muy volátil e incierta.
Durante esta nueva década, podemos esperar que, como bien lo determinó Pantone al definir los colores del 2021, le demos prioridad a la necesidad de estabilidad, seguridad y positividad. El trabajo desde casa y la salud también van a tomar mucha relevancia, por lo que podemos esperar que el diseño de interiores se oriente a espacios que nos proyecten precisamente eso: calma, tranquilidad, optimismo y energía saludable.
Del industrial y el nude al minimalismo crudo
Durante la década anterior, el diseño industrial obtuvo un protagonismo similar al que disfrutó en la década de los ochentas y noventas en algunos barrios emblemáticos de Nueva York. Así mismo, los tonos neutros o nude se convirtieron en favoritos para crear espacios que proyectan elegancia y serenidad.
La nueva década va a rescatar muchos elementos de estas tendencias, pero la diferencia será que ahora el énfasis estará en crear ambientes partiendo de muy pocos elementos monocromáticos y luminosos con algunos acentos de color y texturas. De lo más importante es la tendencia raw o cruda, es decir, jugar con los colores originales de los acabados y los tejidos y hacer contrapunto en detalles negros, amarillos o de otros colores vibrantes.
De los materiales futuristas a los materiales naturales
En la década pasada, todos estábamos enloquecidos con las texturas lisas y los bordes redondeados de nuestros nuevos equipos tecnológicos, y eso se convirtió en una tendencia que también aplicamos al diseño y al mobiliario. Sin embargo, la creciente preocupación por el planeta hace que tanto los interioristas como el público en general elijan cada vez más materiales amigables con la naturaleza tanto en su extracción como en su manufactura.
De la mano de la tendencia en crudo, el aprovechamiento de maderas, plásticos y minerales reciclados será sin lugar a dudas una prioridad en el diseño de esta nueva década.
De lo modernista a lo básico
La nostalgia se impone en una época tan convulsa e incierta como la que estamos viviendo, y no es precísamente una nostalgia del diseño colorido y abigarrado de décadas anteriores, como vemos frecuentemente en el resurgimiento de tendencias retro o bohemias, sino una añoranza mucho más profunda: queremos regresar a tiempos genuinamente más sencillos y con menos preocupaciones.
Por un lado, nunca hemos tenido tanta tecnología en casa y la domótica se está volviendo parte fundamental de nuestras vidas. Por otro lado, queremos espacios limpios y amplios que nos evoquen a la naturaleza y nos alejen del caos de la ciudad. Los interioristas que encuentren un equilibrio entre estos dos polos, sin duda serán quienes ofrezcan las mejores propuestas a sus clientes.